La primera fuente de información sobre la que se suele trabajar es la procedencia de la obra. En muchas ocasiones nos encontramos con obras que no pueden documentarse como sería deseable, pero Ud. debe saber que la procedencia es importante tenerla documentada, en cualquier caso sabemos hacerlo, pero el tiempo en el proceso de autenticación de la obra puede demorarse por este motivo.

Si la obra es robada, y no recueda como ha llegado a sus manos, puede preocuparse; pero si recuerda como ha llegado a sus manos y ha sido de forma lícita, también preocúpese pero un poco menos. Diariamente no consultamos la base de datos de obras robadas de la Interpol, pero forma parte de nuestro protocolo de actuación en según qué ocasiones.

Una carta, publicación de época, catálogo de exposición o el manuscrito de un antepasado en el reverso del lienzo son algunas de las pruebas que habitualmente ayudan en el proceso de autenticación: