Expongo un caso reciente sobre si un documento manuscrito fue realizado en unidad de acto o no.
El documento dubitado (se muestra en parte en las dos fotografías), aparentemente fue realizado con el mismo bolígrafo azul, y supuestamente, en unidad de acto en 1991. Se ha podido demostrar con luminiscencia cromática, la existencia real de hasta tres bolígrafos azules diferentes, en las imágenes se muestran dos de ellos. En esta ocasión era fundamental en el caso, conocer si el documento dubitado había sido realizado en unidad de acto o no, y este fue uno de los resultados de la prueba pericial.
Otra posibilidad de manipulación documental es la que pudimos demostrar en este caso:
En dos reconocimientos de deuda y en una liquidación de pagos con pagarés, realizados por personas distintas, se produjo la misma situación de intercalar un texto (en dos casos de forma manuscrita, y en uno de forma mecánica) tras ser firmado del documento. Uno de ellos:
La respuesta espectral de las tintas es completamente diferente, aunque la apariencia inicial sea la misma.
Han sido tres los sistemas de identificación que se han podido llevar a cabo para demostrar las manipulaciones sufridas. Los análisis de discriminación de tintas han sido determinantes para demostrar los distintos momentos de cumplimentación de cada documento. En todos los casos, las firmas eran de sus titulares, pero no el contenido de lo que inicialmente firmaron.