La base donde se apoya la técnica pericial caligráfica radica, no sólo en la individualidad del gesto gráfico, escritura en general y firma en particular, sino también en el estudio específico, cada día más de los medios y técnicas de impresión mecánica, sin olvidar la multitud de útiles distintos y la no menor cantidad de tintas existentes en el mercado.

La combinación de todos estos elementos, unido al soporte escritural, hace necesario el empleo de unos medios técnicos y una formación, acordes con las nuevas tecnologías que permitan una fiabilidad cada vez mayor en el resultado final del informe pericial.

Cada escritura y en consecuencia cada firma, es personal e individual. No es posible la existencia de dos firmas exactamente iguales, así como es imposible que existan dos personas exactamente iguales.

La forma de la escritura con frecuencia es variable, y con cierta facilidad para la imitación, sin embargo, otras características caligráficas son claramente individuales, el estudio de éstas y la observación para destacar los gestos tipo en cada caso, son el fundamento de una buena metodología.

También en esta técnica, el cotejo de suficientes muestras indubitadas, así como el buen estado de los documentos a peritar, lleva consigo una mayor facilidad para poder concluir de forma categórica sobre la autenticidad o no de una firma y/o escritura.